Gullfoss es una de las cataratas más representativas y visitadas de Islandia ubicada en el cañón del río Hvítá al suroeste del país. Sus imponentes paisajes y espectacularidad, cautivan a cientos de visitantes tanto islandeses como del resto del mundo, que anhelan presenciar esta espectacular maravilla natural ubicada en la ruta turística más emblemática de este país nórdico.
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Para visitar esta maravilla natural, puede hacerse un viaje por medio de un automóvil alquilado desde la capital Reikiavik a 110 kilómetros con una duración de dos horas de trayecto; desde Thingvellir, a 60 kilómetros conduciendo por la carretera 36 a 50 minutos y desde el Geysir, a tan sólo 10 minutos en un recorrido de 14 kilómetros. También, la mayoría de paquetes guiados en este país tienen a Gullfoss incluido como prioridad turística, a pesar de que las rutas en autobús no tienen mucho flujo.
Al llegar al parqueadero, se debe tomar unas escaleras descendentes en la cual es muy probable que los visitantes se mojen gracias a la fuerza de los vientos con relación al agua de las cascadas que resoplan en el lugar. Allí abajo hay distintos miradores, sin embargo, para avistar a Gullfoss desde otro extremo, se debe regresar, desviarse a la izquierda siguiente la carretera que llevará al cruce del río Hvítá, donde posteriormente al costado izquierdo, se encontrará una carretera de tierra que lleva al parqueadero indicado por un GPS, instrumento necesario para la llegada al sitio. Posteriormente, cruzando una valla y una senda de hermosas flores, se llegará a las cascadas en un trayecto de tan sólo 10 minutos en caminata.
Además de las cataratas, los visitantes pueden disfrutar de las maravillosas vistas desde ‘Gullfoss Café’, una tienda de delicatessen que ofrece una amplia variedad de comidas y bebidas calientes para la ocasión. También se puede encontrar una tienda en la cual los visitantes pueden comprar recuerdos y souvenirs tradicionales islandeses.
A pesar de ser un sitio resguardado y protegido, Gullfoss es un lugar ideal para viajes familiares; su temporada alta es en invierno y se puede alquilar hospedaje en hoteles y casas rústicas con arquitectura ecológica, moderna y adaptada al clima, que brindan al turista una experiencia única y encantadora.