Visita la cascada de Gljúfrafoss. Una de las cascadas más pequeñas pero encantadoras de Islandia. Esta se encuentra ubicada detrás de una de las más reconocidas caídas de agua, Seljalandsfoss, convirtiéndola en un tesoro remoto y escondido que se tiñe de un color oscuro gracias a los circundantes acantilados que la rodean. Cuenta con 40 metros de altura.
Podéis descargar la APP Rutas Islandia, con sistema de navegación On Line y Off Line, que os guiarán en vuestro viaje por Islandia
Realizar senderismo por las rocas río arriba para llegar a la cascada es la actividad principal, sin embargo, también se pueden recorrer un camino sinuoso que lleva a una escalera de manera que te deja visibilizar la cascada desde otro punto de vista.
Desde Reikiavik son 137 kilómetros con una duración de casi dos horas de trayecto en automóvil. Para llegar directamente a la catarata se debe seguir un camino que lleva a un cañón en el cual el agua se acumula y se convierte en una pequeña alberca. Allí podrás pararte justo debajo del chorro de agua y sentir el abrumador sonido junto con la niebla que baja por la caída. Es necesario llevar ropa de lluvia para la caminata porque sí o sí te mojaras.
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Además de conocer esta pequeña pero singular cascada, puedes visitar Seljalandsfoss, vista desde la carretera de circunvalación en el sur a 10 kilómetros de Gljúfrafoss, es una de las cascadas más notorias de la zona con 60 metros de altura en su caída de agua y una vista amplia y auténtica de este territorio.
Recuerda que podéis descargar la APP Rutas Islandia, con sistema de navegación On Line y Off Line, que os guiarán en vuestro viaje por Islandia.
